«Me volví loco, con largos intervalos de horrible cordura».
Edgar Allan Poe.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Космонавтов

Poco a poco, la película va adquiriendo un tono amarillento color pasado. Mientras tanto, tu voz comienza a calarme hasta los huesos y mi pulso se acelera vertiginosamente.

Dicen que eres capaz de saltar en el tiempo con tan solo pronunciar una palabra. Que entre tus dedos se origina el polvo de estrellas que tantos accidentes aéreos provoca. Que tu hobbie favorito es el funambulismo extremo entre emociones. Y yo, como cinéfilo de segunda e intento frustrado de cosmonauta, caigo y recaigo en tu vieja película de VHS mientras me ahogo en el polvo de estrellas que generan tus caricias.

¿Cuándo me hiciste saltar al pasado? ¿Cuál fue la palabra que pronunciaste? Apenas pude reaccionar y ya me habías besado. Todo el cosmos recayó sobre mí, todo tu cosmos me abrumó y el pobre e indefenso cosmonauta se sintió como un diminuto insecto ante aquel desmesurado universo.

Cuando todo aquello cesó, bajé el telón y me escondí en los pocos retazos que quedaron de mí. Trataba de recordar aquella perversa palabra, pero era en vano. Tú no parabas de susurrarme al oído que me querías tal y como era antes, que darías lo que fuera por volver a estar juntos, que querías de vuelta a tu cosmonauta.

Fue entonces cuando abrí los ojos y nos envolvimos en un viaje sideral para volver a estrellarnos conquistar las estrellas.

martes, 23 de septiembre de 2014

Sara se muere

Mi perra se muere. Aquella sombra disfrazada de ratón que nunca paró de ladrar se apaga entre tumores, cataratas y un ladrido cada vez más desesperanzado. Aún se me saltan las lágrimas cuando me mira directamente a los ojos, o al menos ella cree que lo hace, y en realidad solo trata de fijar su mirada en algún punto de mí para consolarme y decirme: tranquilo, no llores, sigo aquí.

Aunque me resulte casi imposible, intento actuar con normalidad, trato de creerme que estoy bien para que no note que algo pasa y le echo la regañina oportuna cuando se dirige al cubo de basura: Sara, con la cantidad de años que tienes y todavía sigues haciendo estas cosas, ¿no te da vergüenza?

Todavía juego con ella a pesar de que hace tiempo que dejó de perseguir muñecos para rastrear etéreas siluetas. Sigo tirándome al suelo para que ella venga corriendo hacia mí, aunque ahora lo haga con miedo por si encuentra algún obstáculo en el camino, e intente alcanzar mis orejas. Y aún hago amagos de ir a darle largos paseos hasta que no quedase rincón que recorrer y olisquear.

Lo cierto es que no dejo de recordar algo que dijo alguien alguna vez. Algo parecido a: los animales son inmortales por el simple hecho de no obtener la individualidad que te otorga un nombre. Y es cierto, no le falta razón. Las gacelas, por muchos leones que existan, seguirán ahí (hasta que el hombre quiera), inmortales como especie. Pero eso, ahora, ¿qué puto sentido tiene? ¿Qué puto sentido tiene esto ahora que comprendo que el tiempo va llegando a su fin? ¿Qué puto sentido tiene que tenga que aceptar esto? ¿Desde cuándo he aceptado yo algo? ¿Por qué todo est...




Da igual el tipo de cáncer o enfermedad que adquieras en el camino, todos nacemos con la misma enfermedad insufrible, incurable y terminal: LA VIDA.







"Don't worry about life, you're not going to survive it anyway". Triste que éste sea mi único consuelo.